Historia Gurth'Dorei
Tierra Oscura :: Rol :: Historias de personajes :: Horda
Página 1 de 1.
Historia Gurth'Dorei
I. Quel'Thalas.
- ¡¡ Defended la puerta !! ¡¡ Que no entren !!
El sudor salia por cada uno de los poros de mi piel. La situacion no era para menos. La plaga se acercaba dejando su halito de muerto por alli por donde pasaba. Los regimientos de infanteria y caballeria estaban tensos, esperando su fatal destino. Yo, como mago, trabajaba desde la retaguardia, pero podia notar el miedo de cada uno de los elfos que, como yo, intentabamos evitar que el caballero de la Muerte Arthas entrara en Quel'Thalas, nuestra amada tierra. El suelo empezo a temblar. Los carros de la plaga se acercaban amenazadoramente, flanqueados por soldados vueltos a la vida mediante nigromancia, intentando conquistar nuestro ultimo vestigio.
Empeze a formular un hechizo ofensivo mientras las primeras filas de infanteria caian ante La Plaga. Todos dabamos el maximo de nosotros mismos para seguir con vida y defender nuestra tierra.
- ¡¡ Arqueros, disparad !!
Mi concentracion se veia disminuida por todos los gritos de dolor que arrancaban los soldados al ser destrozados por los necrofagos. Y de repente, todo se volvio negro. Me habian alcanzado varias flechas. El escudo magico habia fallado. Todo estaba perdido.
- ¡ Nizhar ! ¡¡ Nizhar !!
- Ya... ya volverás por mi mas tarde. Ahora... ahora acaba con ellos...
Entonces, exhale mi ultimo suspiro antes de morir.
II. Resurrección.
- ¿ Qué...? ¿ Donde... donde estoy...? Me duele todo...
- Descansa, mago, es normal que estés aturdido.
Una figura horrenda me miraba fijamente. ¡¡ Era uno de ellos !! ¡¡ Un servidor del caballero de la muerte !!
- ¡ No ! Alejate de mi... ¡ uf !
Al intentar levantarme, el dolor se hizo mas fuerte.
- Tranquilo, no soy de La Plaga, si es a eso a lo que te refieres...
- ¡ Pero..., pero tú, eres un no-muerto, como ellos !
- Como ellos no, en realidad somos diferentes. Ellos no son inteligentes, viven para matar, ...
- Espera un momento... ¿ Somos ?
- Siento que te enteres de esta manera, tu también has sido resucitado de entre los muertos.
Me mire la piel... era azulada, pálida... de muerto... No podía ser verdad... No podía estar ocurriendo...
- Te encontramos junto a otros muchos en Quel'Thalas, ahora arrasada por la plaga. Estabas defendiendola... ¿ Recuerdas ?
- Hmm... Algo recuerdo, sí. ¿¿ Y dices que la isla ha caido ??
- Así es.
- Oh no, qué sera de nosotros... ¿ Hay más elfos... ehm... como yo ?
- Sí, pudimos rescatar bastantes cadaveres del lugar de la batalla. Algunos están por aquí. Otros han marchado... no sé a donde.
Me incorporé... el dolor físico parecia remitir... pero aún no me hacía a la idea... estaba muerto en vida... o vivo en la muerte... Salí del habitáculo y vi a más elfos como yo. Reconocí a (lo que quedaba de) Tal'Dresh, uno de los capitanes del regimiento de infantería.
- ¡ Tal'Dresh ! ¡ Estas... aqui !
- ¡ Ah, Nizhar ! Me alegra verte... aunque no en este estado.
Tal'Dresh me relato como la isla, al final, habia sucumbido a la Plaga y todos habian muerto, unos pocos habian huido, y estaban refugiados en alguna parte. Me contó también que estabamos en los Claros de Tirisfal, al parecer una región por donde la Plaga seguía presente...
- Nizhar, tienes que pensar que ya no somos los que eramos. Ya no tenemos nada que defender, y las demás razas no nos miran con buenos ojos... somos... rechazados, por así decirlo. Nuestros hermanos vivos no quieren saber nada de nosotros... yo diría que serían capaces de matarnos cuando nos vieran. Tienes que tener esto claro. Las tornas de la historia han cambiado para nosotros.
Una sensación de impotencia se abalanzo sobre mi. Aunque Tal'Dresh tenia razón, no somos los mismos. Ya no somos Altos Elfos.
- Y los que nos han amparado... los no muertos, ¿ quienes son ?
- Se hacen llamar los Olvidados. Su lider, Sylvannas Brisaveloz, era la General de los Guardabosques de nuestro reino. Ella, como todos los Olvidados, consiguio librarse de las garras de Arthas. Ahora, está contra el. Como nosotros.
- Parece que tenemos más en comun de lo que parece...
- En realidad si. Y ahora, nosotros deberiamos aliarnos con ellos para encontrar una solución. Debemos seguir la lucha que mantuvimos en vida contra Arthas, esta vez, desde la no-vida.
- Tienes razón.
III. La organización.
- Buenos días, Nizhar. - Me saludó Tal'Dresh.
- Serán para ti, yo no he dormido. Sigo atormentado por los recuerdos.
- Como todos, Nizhar, debes aprender a centrarte en el presente. Lo que te queria decir es que hemos ideado un plan para organizarnos.
- Te escucho.
- Hemos decidido colaborar con los Olvidados, y vamos a repartirnos por sus dominios para ayudar en lo que podamos y así, poco a poco, crear un ejército y estar preparados por si Arthas vuelve, o por si vamos nosotros a por el.
- Está bien. ¿ Dónde soy confinado yo ?
- Aquí cerca, el lugar se llama Camposanto, es una aldea al oeste de la ciudad.
- Y qué debo hacer exactamente.
- Ayuda en todo lo que puedas... intenta congeniar con los Olvidados. Y, consigue algo de equipo, espero que no te vayas a enfrentar a la Plaga con esos harapos...
- Está bien. ¿ Y tu que haras ?
- Supongo que ire a hacer retroceder a la plaga a las tierras de la peste del Este. En cuanto estemos preparados, espero que podamos reconquistar Lunargenta. Pero temo que para eso aun queda mucho tiempo.
- Si, eso pensaba. De acuerdo, acabaremos con la Plaga.
- Seguiremos en contacto, Nizhar. Suerte...
- Gracias, Tal'Dresh. Al diel shala.
- Lo mismo te digo, hermano.
Así me dirigi hacia Camposanto y me prometi hacer lo maximo posible para erradicar a la Plaga y poder volver a ser lo que era antes.
Alto, Musculatura media, ágil, Rápido ,Peso bajo(no del todo). Bastante ,as desarrollada la fueza en las extremidades inferiores que superiores, Resistente, Versátil, capaz de sacar fuerza de donde no la hay en situaciones de grave peligro para él o algun ser querido.
Se siente libre, sin ataduras a las que aferrarse, Es un poco cerrado para conocer a gente, solitario, se rige por sus propias normas, Si hay normas establecidas que se cruzan en su camino, no duda ni un segundo en saltarselas, nadie le dice lo que tiene que hacer(si no es un caso por el que el quiera ayudar y demás, este ha de incunbirle a él o a alguien o algo con lo que este en relación)
//Aver si puedo juga aquí..xD
- ¡¡ Defended la puerta !! ¡¡ Que no entren !!
El sudor salia por cada uno de los poros de mi piel. La situacion no era para menos. La plaga se acercaba dejando su halito de muerto por alli por donde pasaba. Los regimientos de infanteria y caballeria estaban tensos, esperando su fatal destino. Yo, como mago, trabajaba desde la retaguardia, pero podia notar el miedo de cada uno de los elfos que, como yo, intentabamos evitar que el caballero de la Muerte Arthas entrara en Quel'Thalas, nuestra amada tierra. El suelo empezo a temblar. Los carros de la plaga se acercaban amenazadoramente, flanqueados por soldados vueltos a la vida mediante nigromancia, intentando conquistar nuestro ultimo vestigio.
Empeze a formular un hechizo ofensivo mientras las primeras filas de infanteria caian ante La Plaga. Todos dabamos el maximo de nosotros mismos para seguir con vida y defender nuestra tierra.
- ¡¡ Arqueros, disparad !!
Mi concentracion se veia disminuida por todos los gritos de dolor que arrancaban los soldados al ser destrozados por los necrofagos. Y de repente, todo se volvio negro. Me habian alcanzado varias flechas. El escudo magico habia fallado. Todo estaba perdido.
- ¡ Nizhar ! ¡¡ Nizhar !!
- Ya... ya volverás por mi mas tarde. Ahora... ahora acaba con ellos...
Entonces, exhale mi ultimo suspiro antes de morir.
II. Resurrección.
- ¿ Qué...? ¿ Donde... donde estoy...? Me duele todo...
- Descansa, mago, es normal que estés aturdido.
Una figura horrenda me miraba fijamente. ¡¡ Era uno de ellos !! ¡¡ Un servidor del caballero de la muerte !!
- ¡ No ! Alejate de mi... ¡ uf !
Al intentar levantarme, el dolor se hizo mas fuerte.
- Tranquilo, no soy de La Plaga, si es a eso a lo que te refieres...
- ¡ Pero..., pero tú, eres un no-muerto, como ellos !
- Como ellos no, en realidad somos diferentes. Ellos no son inteligentes, viven para matar, ...
- Espera un momento... ¿ Somos ?
- Siento que te enteres de esta manera, tu también has sido resucitado de entre los muertos.
Me mire la piel... era azulada, pálida... de muerto... No podía ser verdad... No podía estar ocurriendo...
- Te encontramos junto a otros muchos en Quel'Thalas, ahora arrasada por la plaga. Estabas defendiendola... ¿ Recuerdas ?
- Hmm... Algo recuerdo, sí. ¿¿ Y dices que la isla ha caido ??
- Así es.
- Oh no, qué sera de nosotros... ¿ Hay más elfos... ehm... como yo ?
- Sí, pudimos rescatar bastantes cadaveres del lugar de la batalla. Algunos están por aquí. Otros han marchado... no sé a donde.
Me incorporé... el dolor físico parecia remitir... pero aún no me hacía a la idea... estaba muerto en vida... o vivo en la muerte... Salí del habitáculo y vi a más elfos como yo. Reconocí a (lo que quedaba de) Tal'Dresh, uno de los capitanes del regimiento de infantería.
- ¡ Tal'Dresh ! ¡ Estas... aqui !
- ¡ Ah, Nizhar ! Me alegra verte... aunque no en este estado.
Tal'Dresh me relato como la isla, al final, habia sucumbido a la Plaga y todos habian muerto, unos pocos habian huido, y estaban refugiados en alguna parte. Me contó también que estabamos en los Claros de Tirisfal, al parecer una región por donde la Plaga seguía presente...
- Nizhar, tienes que pensar que ya no somos los que eramos. Ya no tenemos nada que defender, y las demás razas no nos miran con buenos ojos... somos... rechazados, por así decirlo. Nuestros hermanos vivos no quieren saber nada de nosotros... yo diría que serían capaces de matarnos cuando nos vieran. Tienes que tener esto claro. Las tornas de la historia han cambiado para nosotros.
Una sensación de impotencia se abalanzo sobre mi. Aunque Tal'Dresh tenia razón, no somos los mismos. Ya no somos Altos Elfos.
- Y los que nos han amparado... los no muertos, ¿ quienes son ?
- Se hacen llamar los Olvidados. Su lider, Sylvannas Brisaveloz, era la General de los Guardabosques de nuestro reino. Ella, como todos los Olvidados, consiguio librarse de las garras de Arthas. Ahora, está contra el. Como nosotros.
- Parece que tenemos más en comun de lo que parece...
- En realidad si. Y ahora, nosotros deberiamos aliarnos con ellos para encontrar una solución. Debemos seguir la lucha que mantuvimos en vida contra Arthas, esta vez, desde la no-vida.
- Tienes razón.
III. La organización.
- Buenos días, Nizhar. - Me saludó Tal'Dresh.
- Serán para ti, yo no he dormido. Sigo atormentado por los recuerdos.
- Como todos, Nizhar, debes aprender a centrarte en el presente. Lo que te queria decir es que hemos ideado un plan para organizarnos.
- Te escucho.
- Hemos decidido colaborar con los Olvidados, y vamos a repartirnos por sus dominios para ayudar en lo que podamos y así, poco a poco, crear un ejército y estar preparados por si Arthas vuelve, o por si vamos nosotros a por el.
- Está bien. ¿ Dónde soy confinado yo ?
- Aquí cerca, el lugar se llama Camposanto, es una aldea al oeste de la ciudad.
- Y qué debo hacer exactamente.
- Ayuda en todo lo que puedas... intenta congeniar con los Olvidados. Y, consigue algo de equipo, espero que no te vayas a enfrentar a la Plaga con esos harapos...
- Está bien. ¿ Y tu que haras ?
- Supongo que ire a hacer retroceder a la plaga a las tierras de la peste del Este. En cuanto estemos preparados, espero que podamos reconquistar Lunargenta. Pero temo que para eso aun queda mucho tiempo.
- Si, eso pensaba. De acuerdo, acabaremos con la Plaga.
- Seguiremos en contacto, Nizhar. Suerte...
- Gracias, Tal'Dresh. Al diel shala.
- Lo mismo te digo, hermano.
Así me dirigi hacia Camposanto y me prometi hacer lo maximo posible para erradicar a la Plaga y poder volver a ser lo que era antes.
Alto, Musculatura media, ágil, Rápido ,Peso bajo(no del todo). Bastante ,as desarrollada la fueza en las extremidades inferiores que superiores, Resistente, Versátil, capaz de sacar fuerza de donde no la hay en situaciones de grave peligro para él o algun ser querido.
Se siente libre, sin ataduras a las que aferrarse, Es un poco cerrado para conocer a gente, solitario, se rige por sus propias normas, Si hay normas establecidas que se cruzan en su camino, no duda ni un segundo en saltarselas, nadie le dice lo que tiene que hacer(si no es un caso por el que el quiera ayudar y demás, este ha de incunbirle a él o a alguien o algo con lo que este en relación)
//Aver si puedo juga aquí..xD
Larroya- Mensajes : 1
Fecha de inscripción : 12/01/2009
Edad : 33
Temas similares
» Plantilla para postear tu historia
» El advenimiento oscuro (HISTORIA DEL SERVIDOR)
» Elfos de Sangre: La historia jamas contada
» El advenimiento oscuro (HISTORIA DEL SERVIDOR)
» Elfos de Sangre: La historia jamas contada
Tierra Oscura :: Rol :: Historias de personajes :: Horda
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.