[Gnomo] Kazgin Giratrox
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[Gnomo] Kazgin Giratrox
Nombre: Kazgin Giratrox
Raza: Gnomo
Clase: Mago
Aspecto fisico: Es de una estatura normal, tiene aproximadamente 30 años humanos, tiene el pelo de color verde, y una perilla acompañada de unas patillas en la cara.
Sus ojos son de color violeta, y se le ve un gesto de despreocupación en el rostro, su cuerpo es fibroso por su duro trabajo de minero.
Caracter: Es un gnomo que le gusta la buena vida, como dice él, es despreocupado, pero cuando se propone algo, lo lleva siempre al extremo, es leal a sus amigos por encima de todo, su curiosidad es muy grande, y muchas veces siente la necesidad de espiar a la gente.
Tiene gran valentía para ser un gnomo, y es un gnomo de actuar antes de penar.
Alineamiento: caótico bueno
Historia:
Nací en la prospera ciudad de Gnomeregan, mi padre era un respetado ingeniero llamado Grodonik, este me contó que mi abuelo Vandli Giratrox, inventó el Giratrox, una rueda que impulsada por combustible de carbón giraba, pero la sociedad ingeniera se lo rechazó por que decían que explotaba con facilidad. Mi padre era un gnomo interesado en todas las gnomas, siempre le descubría leyendo relatos eróticos, y demás cosas. Mi madre se encargaba de trabajar en la casa, tenía mucha paciencia con mi padre. Cuando tuve ya un mínimo de edad, mi padre decidió instruirme, pero a mí no me interesaba el mundo de la ingeniería, me interesaba más el mundo de la buena vida, es decir, que los demás hagan las cosas por ti.
Cuando yo tenía unos 5 años humanos mis padres tuvieron otro hijo, Frandi Giratrox, este se interesaba por trabajar, que pardillo.
Mis padres me echaron de casa en cuanto pudieron (sobre los 14 años humanos), y se lo agradecía en parte, así podría hacer lo que quisiera, los primeros días dormía en la calle, después dormí en casa de un amigo de la infancia llamado Hanick, este se quitó su apellido porque tenía la corazonada de inventar algo.
Ambos nos dedicábamos a robar en establecimientos, nos descubrieron muchas veces, pero conseguíamos irnos de rositas pidiendo disculpas al tendero antes de que avisara a los robots guardias.
Cuando ya nos conocía en todos los establecimientos no nos quedó más remedio que trabajar, el era ingeniero, pero necesitaba alguien que le suministrase los materiales, entonces me obligó a aprender minería o me expulsaría de su casa, no me quedo más remedio que ser minero, todos los días salía de Gnomeregan a buscar minerales en las canteras más cercanas, incluso había veces que iba hasta Forjaz a buscar según que cosas.
Un día volviendo de recoger minerales, me encontré a un gnomo mendigo, yo estaba celoso de que alguien pudiera sobrevivir sin trabajar así que le pregunté:
-oiga, ¿usted como sobrevive sin trabajar?-
-¿hm?, Creo la comida-
-¿usted? ¿Cómo lo hace?-
Me sentía interesado en saber que podría pasar mi vida sin ‘’dar un palo al agua’’.
-pues… soy mago… uso la magia arcana para crear comida-
-oh… me pude enseñar, honorable mago…-pregunté
-búscate otro instructor- respondió el hombre
-si me enseña le pagaré…- le dije mientras le mostraba el material que había traído de la mina.
-¿con piedras?-
-no, esto lo puedes vender y sacaras dinero…-
-bien pues tráeme el dinero y te enseñaré-
-de acuerdo-
Fui a casa de Hanick, y se lo conté todo, él lo aceptó, pero me dijo que quería seguir recibiendo esos materiales, le prometí que seguiría trayéndoselos.
Durante los próximos días estaba desconocido, trabajaba el doble, y la mitad se la llevaba a Hanick y la otra mitad la vendía y le daba el dinero al mendigo.
Los días pasaban muy lentos, y cogí una buena costumbre, fumar, así conseguía relajarme más cuando tenía tiempo libre.
Un día al volver con un carretillo de materiales, vi a muchos gnomos abandonando Gnomeregan, con muy poco equipaje, muchos tenían golpes, y se oían a mujeres y niños llorar, tiré la carretilla, y me acerqué a un gnomo.
-¿Qué ha sucedido?-
-una antigua amenaza bárbara ha resurgido de las entrañas de la tierra y ha invadido Gnomoregan, muchos valientes luchan ahí abajo para garantizarnos una retirada, pero la ciudad está pérdida-
-¿por qué no nos ayudan los reinos de la alianza?- pregunté
-están ocupados con la guerra con la legión ardiente, la victoria contra la legión es más importante que la recuperación de Gnomeregan-
- me niego a entregar la ciudad a los bárbaros, yo lucharé-
-no seas ingenuo y huye ahora que aún estas a tiempo…-
El hombre siguió hablando, pero no le escuché, conociendo a Hanick, este se abría quedado a defender Gnomeregan, yo no le iba a dejar solo.
Nada más entrar a la ciudad corrí hasta la casa donde vivíamos, pero fue inútil, hallé el cuerpo sin vida de Hanick.
Durante aproximadamente unos 4 días me quedé defendiendo sin éxito aparente la ciudad junto a un grupo de 10 gnomos con ideas extrañas y aparentemente imposibles, al quinto día me rompieron una pierna, comprendí que no estaba en condiciones de luchar, por lo que me escoltaron hasta la salida. Una vez fuera, me dirigí a la ciudad de Birras, y allí me atendieron, fue una larga recuperación.
Una vez recuperado del todo, intenté volver a Gnomeregan, pero para mi asombro, en la entrada había gnomos de color verde, intenté hablar con ellos, pero estos se abalanzaron sobre mí y me apresaron. Me metieron en una diminuta jaula, les oí decir que querían volverme como ellos, por lo que esa noche usando mi habilidad de teletransporte, me teletransporté fuera de la jaula, un guardia me vio y le silencie transformándolo en oveja, corrí como nunca había corrido, los gnomos me perseguían, yo me dirigía en dirección de Gnomeregan, pero me cerraron el camino, así que huí hacía fuera, hasta que resbalé en el hielo, los gnomos ya no me seguían, pero de repente oí un gruñido, una manada de lobos estaba a mi alrededor, hice lo que todo gnomo hubiera hecho, me tumbe en el suelo ha hacerme el muerto. De pronto se oyó un disparo, me estremecí, los lobos huyeron, una voz decía:
-ja ja, malditos lobos, creéis que me quitareis la presa, lo lleváis claro-
Abrí los ojos y la niebla solo me permitió ver la silueta de un enano manipulando un rifle. Me levanté de repente gritando:
-no disparé-
-¿eh? ¿Quién anda ahí?-
-soy un gnomo, me he perdido- dicho este me puse en pie
-Te llevaré a Forjaz, vamos-respondió el enano dejándose ver de entre la niebla.
-mejor lléveme a una ciudad gnoma por favor-
-la ciudad gnoma esta dentro de Forjaz, vamos-
Nada más llegar a la ciudad me despedí del enano y me dirigí a Ciudad Manitas.
Ahora me encuentro allí, mientras muchos gnomos miran al futuro olvidando nuestra ciudad sede de la ingeniería mundial, y piensan en rehacer la ingeniería en la ciudad de Forjaz, yo pienso en recuperar algún día la ciudad de Gnomeregan, y así volver a ser envidiados por los goblins.
Raza: Gnomo
Clase: Mago
Aspecto fisico: Es de una estatura normal, tiene aproximadamente 30 años humanos, tiene el pelo de color verde, y una perilla acompañada de unas patillas en la cara.
Sus ojos son de color violeta, y se le ve un gesto de despreocupación en el rostro, su cuerpo es fibroso por su duro trabajo de minero.
Caracter: Es un gnomo que le gusta la buena vida, como dice él, es despreocupado, pero cuando se propone algo, lo lleva siempre al extremo, es leal a sus amigos por encima de todo, su curiosidad es muy grande, y muchas veces siente la necesidad de espiar a la gente.
Tiene gran valentía para ser un gnomo, y es un gnomo de actuar antes de penar.
Alineamiento: caótico bueno
Historia:
Nací en la prospera ciudad de Gnomeregan, mi padre era un respetado ingeniero llamado Grodonik, este me contó que mi abuelo Vandli Giratrox, inventó el Giratrox, una rueda que impulsada por combustible de carbón giraba, pero la sociedad ingeniera se lo rechazó por que decían que explotaba con facilidad. Mi padre era un gnomo interesado en todas las gnomas, siempre le descubría leyendo relatos eróticos, y demás cosas. Mi madre se encargaba de trabajar en la casa, tenía mucha paciencia con mi padre. Cuando tuve ya un mínimo de edad, mi padre decidió instruirme, pero a mí no me interesaba el mundo de la ingeniería, me interesaba más el mundo de la buena vida, es decir, que los demás hagan las cosas por ti.
Cuando yo tenía unos 5 años humanos mis padres tuvieron otro hijo, Frandi Giratrox, este se interesaba por trabajar, que pardillo.
Mis padres me echaron de casa en cuanto pudieron (sobre los 14 años humanos), y se lo agradecía en parte, así podría hacer lo que quisiera, los primeros días dormía en la calle, después dormí en casa de un amigo de la infancia llamado Hanick, este se quitó su apellido porque tenía la corazonada de inventar algo.
Ambos nos dedicábamos a robar en establecimientos, nos descubrieron muchas veces, pero conseguíamos irnos de rositas pidiendo disculpas al tendero antes de que avisara a los robots guardias.
Cuando ya nos conocía en todos los establecimientos no nos quedó más remedio que trabajar, el era ingeniero, pero necesitaba alguien que le suministrase los materiales, entonces me obligó a aprender minería o me expulsaría de su casa, no me quedo más remedio que ser minero, todos los días salía de Gnomeregan a buscar minerales en las canteras más cercanas, incluso había veces que iba hasta Forjaz a buscar según que cosas.
Un día volviendo de recoger minerales, me encontré a un gnomo mendigo, yo estaba celoso de que alguien pudiera sobrevivir sin trabajar así que le pregunté:
-oiga, ¿usted como sobrevive sin trabajar?-
-¿hm?, Creo la comida-
-¿usted? ¿Cómo lo hace?-
Me sentía interesado en saber que podría pasar mi vida sin ‘’dar un palo al agua’’.
-pues… soy mago… uso la magia arcana para crear comida-
-oh… me pude enseñar, honorable mago…-pregunté
-búscate otro instructor- respondió el hombre
-si me enseña le pagaré…- le dije mientras le mostraba el material que había traído de la mina.
-¿con piedras?-
-no, esto lo puedes vender y sacaras dinero…-
-bien pues tráeme el dinero y te enseñaré-
-de acuerdo-
Fui a casa de Hanick, y se lo conté todo, él lo aceptó, pero me dijo que quería seguir recibiendo esos materiales, le prometí que seguiría trayéndoselos.
Durante los próximos días estaba desconocido, trabajaba el doble, y la mitad se la llevaba a Hanick y la otra mitad la vendía y le daba el dinero al mendigo.
Los días pasaban muy lentos, y cogí una buena costumbre, fumar, así conseguía relajarme más cuando tenía tiempo libre.
Un día al volver con un carretillo de materiales, vi a muchos gnomos abandonando Gnomeregan, con muy poco equipaje, muchos tenían golpes, y se oían a mujeres y niños llorar, tiré la carretilla, y me acerqué a un gnomo.
-¿Qué ha sucedido?-
-una antigua amenaza bárbara ha resurgido de las entrañas de la tierra y ha invadido Gnomoregan, muchos valientes luchan ahí abajo para garantizarnos una retirada, pero la ciudad está pérdida-
-¿por qué no nos ayudan los reinos de la alianza?- pregunté
-están ocupados con la guerra con la legión ardiente, la victoria contra la legión es más importante que la recuperación de Gnomeregan-
- me niego a entregar la ciudad a los bárbaros, yo lucharé-
-no seas ingenuo y huye ahora que aún estas a tiempo…-
El hombre siguió hablando, pero no le escuché, conociendo a Hanick, este se abría quedado a defender Gnomeregan, yo no le iba a dejar solo.
Nada más entrar a la ciudad corrí hasta la casa donde vivíamos, pero fue inútil, hallé el cuerpo sin vida de Hanick.
Durante aproximadamente unos 4 días me quedé defendiendo sin éxito aparente la ciudad junto a un grupo de 10 gnomos con ideas extrañas y aparentemente imposibles, al quinto día me rompieron una pierna, comprendí que no estaba en condiciones de luchar, por lo que me escoltaron hasta la salida. Una vez fuera, me dirigí a la ciudad de Birras, y allí me atendieron, fue una larga recuperación.
Una vez recuperado del todo, intenté volver a Gnomeregan, pero para mi asombro, en la entrada había gnomos de color verde, intenté hablar con ellos, pero estos se abalanzaron sobre mí y me apresaron. Me metieron en una diminuta jaula, les oí decir que querían volverme como ellos, por lo que esa noche usando mi habilidad de teletransporte, me teletransporté fuera de la jaula, un guardia me vio y le silencie transformándolo en oveja, corrí como nunca había corrido, los gnomos me perseguían, yo me dirigía en dirección de Gnomeregan, pero me cerraron el camino, así que huí hacía fuera, hasta que resbalé en el hielo, los gnomos ya no me seguían, pero de repente oí un gruñido, una manada de lobos estaba a mi alrededor, hice lo que todo gnomo hubiera hecho, me tumbe en el suelo ha hacerme el muerto. De pronto se oyó un disparo, me estremecí, los lobos huyeron, una voz decía:
-ja ja, malditos lobos, creéis que me quitareis la presa, lo lleváis claro-
Abrí los ojos y la niebla solo me permitió ver la silueta de un enano manipulando un rifle. Me levanté de repente gritando:
-no disparé-
-¿eh? ¿Quién anda ahí?-
-soy un gnomo, me he perdido- dicho este me puse en pie
-Te llevaré a Forjaz, vamos-respondió el enano dejándose ver de entre la niebla.
-mejor lléveme a una ciudad gnoma por favor-
-la ciudad gnoma esta dentro de Forjaz, vamos-
Nada más llegar a la ciudad me despedí del enano y me dirigí a Ciudad Manitas.
Ahora me encuentro allí, mientras muchos gnomos miran al futuro olvidando nuestra ciudad sede de la ingeniería mundial, y piensan en rehacer la ingeniería en la ciudad de Forjaz, yo pienso en recuperar algún día la ciudad de Gnomeregan, y así volver a ser envidiados por los goblins.
xavo- Mensajes : 1
Fecha de inscripción : 26/12/2008
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